Educar para la sexualidad es propiciar el desarrollo de competencias en las personas, para que puedan incorporar en su cotidianidad el ejercicio de los derechos humanos sexuales y reproductivos que le permitan la toma de decisiones para vivir una sexualidad sana, responsable y placentera que enriquezca su proyecto de vida.
Visualiza por un momento, tu vida sexual vivida como la sueñas, sin prejucicios, sin daño a ti mismo ni a otros, ejerciendo tu derecho al placer, al desarrollo físico, psicológico, emocional y espiritual…De igual manera, sintiéndote seguro de brindarle a tus hijos una educación que proyecte lo positivo de la sexualidad y en una relación construida con base en el amor y en el respeto a sí mismo y a los demás…Para ello, necesitamos educarnos, adquirir información y conocimiento para aplicarlo en nuestra cotidianidad, que solucione problemas y que genere cambios positivos en el comportamiento y actitudes frente a la propia sexualidad y a la de otros.